lunes, 19 de noviembre de 2012

LA LIBERTAD EN EL AULA



Siendo la educación y el proceso de enseñanza aprendizaje, un hecho eminentemente social, en los que intervenimos seres humanos de diferentes generaciones y de distintos conceptos filosóficos, políticos, ideológicos y de esencia de vida; unos individuos formados y otros en proceso de formación,  y que, además existe una influencia lógica y natural, es imprescindible para mantener una equilibrada relación social educativa, comprender y poner en práctica conceptos fundamentales como Libertad, democracia, respeto, autonomía, sumisión; obediencia, disciplina y otros, nociones esenciales en la formación de los estudiantes y de los seres humanos y que en el tiempo influenciarán en conceptos de vida y réplicas de comportamientos sociales.   

De allí que es menester, antes de iniciar el debate particular de la educación y sus aplicaciones pedagógicas, deberíamos reflexionar sobre estos conceptos enunciados.

¿Existió siempre el concepto o la idea de “libertad”?

Para el hombre primitivo no existía idea ni concepto de libertad. Vivía dentro de esa libertad, libertad que era natural en su vida, sin apreciarla ni formularla. El hombre de las primeras edades era libre y con plena libertad, sin reconocer en qué consistía. Y no lo sabía porque no había nada capaz de cohibirle; existía él y nada más. Fue preciso que surgiese una entidad que pusiese veto a sus impulsos para que se diese cuenta de esa libertad de manifestación de sus tendencias. Hasta que no aparece un conjunto de normas capaz de cohibir los movimientos espontáneos de la Naturaleza no se plantea el problema de la libertad; en suma, hasta que no hay Estado”. F. Engels

La educación actual, como parte de la superestructura del Estado, está sustentada en leyes, normas y comportamientos, por tanto al interior del espacio escolar y en el aula, se reproducen los momentos del Estado, y los ámbitos de ellas, a través de reglamentos, reglas particulares, por tanto el estudiante necesariamente debe tener conciencia de derechos y obligaciones, para conocer su entorno social educativo y hacer de ellos una norma de vida estudiantil y hacer de la libertad un estadio de respeto y consideración entre generaciones, roles y responsabilidades.

¿Cómo definir que es la libertad?

 Algunos autores definen a la libertad como: F. Engels: “la conciencia o el conocimiento de la necesidad”; otros como: “aceptaciones y controles de emociones”; Aristóteles define como: posibilidad de elegir y disponer, a partir de conocimientos y componentes de juicio e inteligencia para valorarlos; RAE, define como: facultad para obrar de una u otra manera, siendo responsable de sus actos, sin oponerse a la leyes y a las buenas costumbres. Otros como la facultad de llevar a cabo un acción de acuerdo a su voluntad; o, como la capacidad que tenemos los seres humanos para obrar según su propia voluntad, a lo largo de su vida, por lo que se convierte en responsable de sus actos; así otros.  

¿Qué características tiene la libertad?

El concepto de libertad tiene algunas caracteres que deben ser comprendidos y entendidos como conceptos esenciales de comportamientos, normas y conductas individuales y sociales, que se definen como: “1.- El conocimiento de la necesidad, 2.- El dominio de las leyes de la naturaleza, como consecuencia del conocimiento de la necesidad, 3.-  El libre albedrío, que es la capacidad de decidir con conocimiento de causa.  4.- El dominio de nosotros mismos y de la naturaleza exterior basado en el conocimiento de la necesidad natural”. Estas particularidades de la libertad, deben ser comprendidas por los docentes y alumnos para que puedan ser aplicados al interior del proceso enseñanza, en medio de la actividad didáctica del tema clase, del entorno colectivo de la actividad académica, en la actitud individual y colectiva de los comportamientos en la ejecución de las tareas de clase.

La libertad como ejercicio práctico diario en el salón de clase.

El hecho es: como los docentes, hacemos acopio de la definición de libertad y los por que de las cosas, fenómenos o hechos, y el como la aplicamos al interior del aula, unido al proceso de enseñanza aprendizaje, y de que manera los participamos a los estudiantes, en el ejercicio de la libertad como parte consustancial de la labor  educativa, en la asimilación de los aprendizajes determinados en las unidades didácticas formuladas, junto a ejercicios prácticos sociales e individuales de valores y principios que deben regir todas las acciones sociales de nuestros estudiantes, como parte de sus aprendizajes, para aplicarlos en su convivencia diaria, dentro de la escuela o fuera de ella.  

Nada es casual en la vida, todos los eventos son producto de una causa, causalidad que en cualquier entorno social, biológico, económico, o político, etc., es repetido por ley, en el escenario educativo, en los procedimientos pedagógicos. Y si de aprendizajes hablamos, de actuaciones y comportamientos de enseñanzas y de la aplicación de sistema de evaluación, que no es otra cosa que calificaciones cualitativas y cuantitativas, entonces los conocimientos y aprendizajes obtenidos, medidos o evaluados a los estudiantes, no son casuales, son productos de procesos y actitudes ejecutados en un tiempo determinado, y deben ser entendidos y comprendidos que las notas excelentes o deficientes obtenidas en un periodo de clase determinado, tiene razones, causas, orígenes, y no productos de la fortuna, suerte, estrella o destino. Libertad con razones, causas y efectos sociales e individuales o particulares.

Concretemos esta explicación con un ejemplo, trabajos grupales: elección de la persona que va dirigir este núcleo de trabajo (libertad de elegir), como dar la palabra (control de la libertad de voluntad), respeto a las ideas planteadas (libertad de exposición), derecho a participar (libertad de disentir), tiempo de participación (límites de la libertad individual), conclusiones como elemento colectivo de todos (respeto a la libertad de expresión), evaluación con participación colectiva e individual (libertad del conocimiento de la necesidad).

A partir de estos ejercicios que promueven la libertad, se busca impulsar la auto-conciencia estudiantil individual y colectiva, para cumplir con las tareas educativas encomendadas, responsabilidad moral para desempeñar las funciones de estudiantes con responsabilidad. Libertad como el enunciado de voluntad conciente del porqué y sus límites; eventos académicos formativos  en los que deben aprender que no pueden remitir su libertad y responsabilidad a ninguna otra persona; la libertad como realización de la persona en el cumplimiento de las labores académicas a fin de que ésta se situé en su interioridad, en su conciencia, y que, sus actos didácticos, le permitan comprender, los por que de sus actuaciones y su realización como persona social y humana.

La libertad en el aula.

La libertad es un derecho y un ideal al que los estudiantes no pueden renunciar, ya que no se puede convertir en un verdadero ser humano y ciudadano completo sin libertad; y, los docentes no pueden dejar de enseñar, desarrollar y fortalecer en el recinto educativo éste valor social y humano, por tanto es imprescindible desarrollar en los alumnos, en medio de la actividad educativa, la capacidad de conducirse acorde a los dictados de la razón en el cumplimiento de sus responsabilidades académicas: ¿por qué estudiar?, ¿por qué cumplir con los deberes y trabajos?, ¿por qué respetar espacios y criterios aunque no los compartan?, ¿por qué debatir ideas extrañas o conocimientos que no tienen razón de ser enseñados?, ¿por qué deben ser responsables consigo mismos, la sociedad y el pueblo?, ¿por qué diferenciar actos de trascendencia que impliquen no claudicar en derechos y defensa de la vida?; es decir, como desarrollar la capacidad de actuar conforme a valores universales de la verdad y del bien, del derecho al reclamo y a la capacidad de actuar con independencia frente a los dictados de la justicia y la razón, como desarrollar capacidad de autonomía en su responsabilidad académica estudiantil.  

Todos estos elementos enumerados y otros, junto a los procesos didácticos de la hora clase, deben permitir y admitir que los trabajos en el aula o fuera de ella, serán la expresión de las buenas costumbres, valores  y libertades ciudadanas estudiantiles.

De tal manera que el aula y los procesos de enseñaza aprendizaje, se transformen en importantes espacios de capacidad de reflexión y crítica, y, espacios prácticos de aplicación de aprendizajes. Libertad para el respeto y no para sometimientos.
 
Que logros alcanzaríamos

La realización de estas prácticas educativas al interior del salón de clase, abrirá un surco profundo de experiencias sociales, en las que los niños y niñas, señores y señoritas estudiantes, a partir de su libertad humana logren comprender, entender, aceptar y controlar las emociones, la mente y cuerpo individuales; y hacer de todas las acciones y decisiones tomadas de carácter personal, prácticas consientes, para romper con la dependencia de tabúes que nos imponen miedos, antivalores y falsos principios que trae el sistema educativo y las generaciones adultas en nombre de la cultura, la religión y la vida social.

La realización de estos ejercicios democráticos de vida, con una importante capacidad de actuar en el recinto escolar, conforme a los dictados de la razón, de los valores universales de la verdad y el bien, permitirán vivir de manera personal la libertad en la mente, en las decisiones y en las acciones. 

A partir de estas experiencias educativas lograremos que: los estudiantes apliquen su libertad mental y con ella sean capaces de pensar y criticar y cuestionar seudo verdades (a las que se les ha dado el carácter de inmutables y que han permanecido estáticas y controladas, impidiendo comprender a la ciencia y al proceso de la búsqueda de la verdad), a fin de que:las libertades cívicas pueden considerarse como la capacidad de realizar diferentes actos de trascendencia pública sin impedimento estatal, y gozando para su disfrute de la protección del mismo Estado. F. Engels
“La libertad consiste, en el dominio de nosotros mismos y de la naturaleza exterior basado en el conocimiento de la necesidad natural”. F. Engels  “Criticar seudo verdades es un ejercicio de libertad” E. Jiménez.   Los docentes debemos convertir al salón de clase en el pináculo de la libertad y en el espacio de prácticas sociales justas que cuestionen de manera natural todas aquellas acciones de sometimiento que se reproducen en el entorno social de la comunidad. Aprendizajes en el aula para evolucionar comportamientos sociales.

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