martes, 11 de diciembre de 2012

¿LA EDUCACION TIENE UN CARACTER DE CLASE?


Este es un tema que por su esencia será tratado en varias partes, en esa consideración les invito a seguir el debate con atención. 

                                                                                                                           PRIMERA PARTE

Para comenzar este análisis es preciso referirse a la educación como a uno de los aspectos más representativos de la ideología de una sociedad, ésta, está sujeta a la influencia de un conjunto de condiciones económicas y políticas y por esta misma causa es escenario de contra – posición de corrientes diversas e inclusive opuestas en el ámbito pedagógico, tanto en los niveles conceptual como en el metodológico.

En el Ecuador durante el siglo XX, en las últimas tres décadas, se produjo un interesarte fenómeno, en el que, las ideas sueltas sobre educación que pululaban, se iban articulando y sistematizando, considero que se pretendía ir construyendo una corriente de pensamiento pedagógico que cuestionara el tradicionalismo y el dogmatismo, que se orientaba desde el Ministerio de Educación, en representación del Estado y del Partido Político en el ejercicio del Gobierno y de la clase social en  el poder; por que él representa inobjetablemente en la superestructura, en la ideología, al modo de producción o base económica imperante.

Este fenómeno no fue casual, pues existía y existe en la mente y en la práctica de los educadores (as), un avance más propositivo y alternativo que apoyó y apoya el mejoramiento de la calidad de la educación y las condiciones de vida de los ciudadanos,  fenómeno que tenía raíces en el gremio de los educadores la “UNE”, que hizo esfuerzos desde el sindicato para crear una corriente de debate y esclarecimiento de posiciones científicas educativas, de la educación y sus contenidos, de la pedagogía sus fines y finalidades, del rol de los docentes, de la neutralidad o no del sistema educativo, sin que este hecho fuese su principal responsabilidad; sin embargo lo hizo y, entiendo, lo sigue haciendo, pues había y aun hay, una escasa producción de materiales teóricos que contribuyan a profundizar el debate y la formulación de propuestas de transformación educativas y del papel de la educación, en la búsqueda de nuevos saberes que contribuyan a la emancipación del conocimiento en favor de los sectores populares y menos favorecidos.

En muchas ocasiones se confunde voluntaria o involuntariamente, aunque no es muy creíble, que proponer e imponer desde el “poder”, formas conceptuales de sistemas educativos, para asignar a los educandos comportamientos sociales funcionales al modo de producción, descartando concientemente la participación de los estamentos educativos, a partir de la “ingenuidad” científica de quienes desean imponer una forma de pensamiento ideológico, sea una ingenuidad: Aclaro esta percepción, dice la democracia (libertad de decidir y elegir con responsabilidad) en el ejercicio de su aplicación (aprendizajes con conciencia de la necesidad), que la educación siendo un hecho eminentemente social, la participación de sus actores en el descubrimiento de los saberes y la aprehensión de los aprendizajes deben participar, decidir, resolver, y, participar junto a los otros sinónimos, significan, socializar, debatir y llegar a acuerdos voluntarios y concientes del ¿por qué?.

El ejercicio de la consulta y el debate desde las esferas gubernamentales y en particular del ministerio de Educación es un ejercicio escasamente permanente, sórdido y muy ocasional, en estas consideraciones los y las educadoras concientes, como elemento de su libertad y de su responsabilidad con la nación y los estudiantes,  deben mantener en vigencia la discusión democrática, el debate pedagógico, de la esencia y el carácter de la educación; aunque debería ser responsabilidad del ministerio de Educación y sus representantes, pues la educación es la expresión de las ideas de la clase social dominante en el ejercicio del poder, sin embargo no lo hacen por que la imposición es su naturaleza y ejercen su condición de clase en el ejercicio “del poder”.

                                EL CARÁCTER DE CLASE DE LA EDUCACIÓN

"La historia de todas las sociedades que han existido hasta nuestros días, es la historia de la lucha de clases.

Hombres libres y esclavos; patricios y plebeyos; señores y siervos; maes­tros y oficiales, en una palabra: opre­sores y oprimidos; se enfrentaron siem­pre, mantuvieron una lucha constante, veladas unas veces, y otras franca y abierta; lucha que terminó siempre con la transformación revolucionaria de toda la sociedad".    C. MARX

El desa­rrollo de la sociedad está compuesto por etapas económico-sociales, que nacen de un resultado lógico, del apa­recimiento de la propiedad privada so­bre los instrumentos y medios de producción; además se suma, la explotación de la fuerza de trabajo, la apropiación del excedente de la producción y el carácter social del trabajo (relaciones sociales de producción inequitativas; riqueza para pocos, pobreza y miseria para la inmensa mayoría; escuelas de élite para la clase dominante, escuelas con limitaciones para los hijos de los trabajadores).

En el desarrollo de nuestra etapa histórica, en la sociedad capitalista, aparecen dos clases sociales en pug­na: la burguesa y el proletariado. La burguesía es un pequeñísimo gru­po de individuos, propietarios de los instrumentos y medios de producción, de la tierra, de los bancos, etc. Y tienen en sus manos el control político eco­nómico del Estado. El pueblo no tiene relación de pro­piedad sobre los medios de produc­ción y por ello se ve obligado a vender su fuerza de trabajo a los propietarios del capi­tal. La escuela le preparó para convertirlo en un ser humano funcional al sistema de producción.

El grupo dominante para mantener su hegemonía sobre  el pueblo, crea una serie de instituciones, formas y medios, etc., entre ellos el Estado, la policía, las leyes, la educación, la escuela, con sus pro­pios valores éticos y morales; de los cuales, ninguna persona, puede salirse de estos límites.

"La educación es un medio fundamental para el sistema social, como productor de mano de obra y trans­misor de ideología”.

Las clases dominantes que están en “el poder del Estado”, recurren a la educación, a la escuela, para controlar, man­tener y alimentar el sistema; y al maestro (profesional y ser humano utilizable), como agente ideológico obligándolo a reproducir y enseñar a través de los programas educativos implementados, va­lores humanos generales (ideas) con los que sostienen el modo de producción y sus relaciones sociales.

Las ideas predominantes de un momento histórico determinado, son siempre las ideas de una clase dominante, razón por la cual utilizan a la educación como un impor­tante aparato ideológico que permite controlar, manejar e incluso mantener a su lado a los otros sectores sociales (dominio de las ideas, sometimiento ideológico, esclavitud de pensamiento). Esta es una forma de conciencia social que imponen a partir de la pedagogía y la didáctica

La escuela, es una institución creada, por medio de la cual, la clase dominante, im­pone su pensamiento, controla y eje­cuta acciones con las que obliga al estudiante a adaptarse al sistema capita­lista, es decir, forma el tipo de ciuda­dano que exige y demanda las ac­tuales relaciones sociales de producción.

La escuela, desde el momento en que se acoge al estudiante a ésta, domina toda su educación, y sólo le permite alcanzar niveles de desarrollo y cultura que el Estado requie­re; por tanto, aún estando vinculado a escuelas de mejores condiciones (dentro de los límites permitidos a las diver­sas capas y clases sociales), no puede ir mas allá de los requerimientos que la clase dominante determina. Hoy, en la actualidad el libre ingreso a las universidades no existe, a cambio se implanta un régimen de “selección” que impide el libre acceso, y con ello el maniqueísmo de los “más aptos”, imponiéndole al joven universitario que carrera optar.

A través de la educación, les entregan al hombre y a la mujer del pueblo, una noción clara de lo que debe ser su personalidad y comportamiento social, más allá de ello puede ser considerado(a) un provocador, sedicioso, revoltoso, violento, extremista o terrorista, que está atentando contra la majestad del Estado, rompen con la libertad de decidir y de que hacer.

La pedagogía en cambio, es una ciencia que se encarga del estudio de la realidad educativa, es decir, se ocupa del estudio del hecho educa­tivo, es una actividad teórica, por lo tanto conceptúa, como y de que mane­ra la educación debe influir en el pensamiento del alumno; la pedagogía logra crear las condiciones para que el educando se someta sin resistencia a un ideal o a una condición social determinada.
La pedagogía logra situar en nuestra conciencia, a partir del conocimiento, una descripción exacta de la realidad; pero esta realidad indudablemente, responde a las formas económicas, políticas y so­ciales del régimen económico vigen­te. Ricos y pobres, inteligentes y ton­tos; trabajadores y vagos, agraciados por la fortuna y desafortunados, o, el  "así es la vida, este es el mundo en que vivimos, que vamos a hacer, ese es el destino de cada quien". Trabajo para unos, desocupación para otros; bono de pobreza para unos, fortunas para otros.
La pedagogía establece los prin­cipios filosóficos, los objetivos y recursos técnicos metodológicos y demás dominios para consumar el hecho educativo; indudablemente que estos principios, objetivos y técnicas no serán otros que los determinados por el ministerio de educación, que responde a los intereses sociales y económicos de la clase dominante en el poder.

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